La situación de la mujer en el mundo laboral ha mejorado mucho, pero el reparto de las tareas del hogar no ha tenido apenas avances. Desde la antigüedad, la mujer se ha ocupado del cuidado de los hijos y del hogar. En los tiempos que corren, la mujer sigue ejerciendo este papel. Cuando la mujer llega a casa después de la jornada laboral debe, en la mayoría de los hogares, ocuparse de la casa.
Es bien sabido por todos, que hombres y mujeres pueden ejercer los mismos trabajos y por tanto, pueden (y deben) ocuparse conjuntamente de las tareas del hogar. En éste ámbito, los hombres tienen mucho que aprender.
Las mujeres tienen derecho a ser respetadas en su trabajo, no ser objeto de acoso sexual y denunciar a quienes les causen un perjuicio laboral por no responder a sus demandas sexuales. También a obtener y conservar un empleo sin que ello se condicione a que renuncien al matrimonio, así como a recibir un salario igual al de los hombres por igual trabajo.
Muy interesante tu blog, sigue publicando estaré atenta.
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